Nómadas somos.
Nómadas montando nómadas, con nómadas que los montan, bailando con otros nómadas.
Desde el quark, un nómada de dimensiones absurdas para la mente por su pequeñez, al electrón, al protón, al átomo, a la molécula, a los sistemas macro- y multi-moleculares, a las células, a los microorganismos multicelulares, a los macroorganismos multicelulares, cantidad breve de nómadas que puede agarrar nuestra mente desnuda, al planeta único (hasta ahora) que les contiene y que, a la vez que baila con satélites y otros planetas, se escapa de la capacidad de comprender de una mente sin herramientas y anda montado en una estrella que monta en una danza inimaginable con incontables iguales alrededor de un hoyo negro.
El nómada de dimensiones y cualidades absurdas para la mente por su enormidad, que adivinamos es un hoyo negro super-masivo y que con el conjunto de nómadas que están montados sobre él - que nos incluye en un extremo diminuto a nosotros - es llamado "galaxia vía láctea", y es nómada que baila con otro nómada llamado "galaxia andrómeda", que andan bailando como conjunto con otros nómadas en una agrupación de galaxias llamada Virgo, que están a su vez bailando y montados sobre otros nómadas.
Y en todos esos nómadas enormes, la posibilidad ínfima de encontrar, no los más pequeños - quarks, electrones, protones, átomos, moléculas... esos los esperamos - sino los que están cerca de los más pequeños, las reacciones químicas que se sostienen y se multiplican. Nómadas que están tan lejos e incomprensibles de nosotros como una persona de otro tiempo, de otra cultura. Nómadas que, al ir tan aprisa tanto ellos como nosotros, no podemos soñar siquiera con alcanzar.
Nómadas montando nómadas, con nómadas que los montan, bailando con otros nómadas.