Un ocaso entre cientos de la vida
un final,
mas un principio...
¿Es este un adiós, o un hola?
simplemente una forma de reconocer que estás ahí
y que pasas
y que estuviste...
¿estarás?
Quién sabe...
Pero a la vez que la sol se pone
la luna sale...
y aunque es una despedida,
es simplemente como un suspiro:
tomas el aire, pero lo devuelves más tarde...
Así que te digo hola
al decir adiós
pues a otro mundo nos dirigimos...
Y no nos dimos cuenta adónde íbamos, amigo mío
al embarcarnos en la aventura que llaman bachillerato,
en la locura que llaman ITESA,
en la ambigüedad que llaman 'informática'.
La vida va más allá de los sueños...
Así que aquí, donde los caminos parecen separarse,
te digo hola, amigo mío...
bienvenido al sitio donde no he llegado
ni creo poder llegar.
Quizás un día se crucen los caminos.
¿Notas que nunca será lo mismo?
Ya no hay Edwin que asigne programas raros,
Vicente que hable con los alumnos,
Wilson que se ría de uno,
Ogando que trate de quemarte...
Me pregunto: ¿Qué sigue?
La vda, pues, me respondo
¿Pero no estamos ya viviendo, Yovi?
¿No respiramos día a día,
sufrimos,
trabajamos,
y por sobre todo soñamos?
¿A dónde nos llevan sin que lo sepamos?
Los pies en la tierra, Yovi...
es hora de correr junto al viento
para no ser arrastrado,
y saber dónde quieres llegar
para no quedar frustrado
y saber dónde plantar los piés y luchar,
dónde seguir la brisa y volar.
Amigo mío, prepara tu mapa
para que sepas cuando soñar.