martes, enero 19, 2016

La Notita

Ah, no está aquí. Le dejaré una notita.

"Hola, moría por decirte algo"

No. Demasiado intenso...

"Hola, moría por decirte algo"

¿Cómo explico todo?

"Hola,
Vi tu reflejo, y"

Menos que eso.

"Hola,
Vi tu reflejo, y"

"Hola,
Vi la sombra de tu reflejo"

No, tengo que dejar claro que reconozco que ella tiene un mundo, y que no atisbo siquiera a dimensionarlo.

"Hola,
Vi la sombra de tu reflejo"

"Hola,
Vi el asomo de una sombra de tu reflejo"

Bien, bien... ahí vamos...

"Hola,
Vi el asomo de una sombra de tu reflejo,
y desde entonces no he tenido paz, cual elfo de Tolkien que ha escuchado el tronar de las olas y el cantar de una gaviota, y se consume con la intensidad de un sentimiento que, imposiblemente, cabe en su alma."


Uy. Eso está de miedo. ¿Qué estoy pensando? Voy de mal en peor.


"Hola,
Vi el asomo de una sombra de tu reflejo,
y desde entonces no he tenido paz, cual elfo de Tolkien que ha escuchado el tronar de las olas y el cantar de una gaviota, y se consume con la intensidad de un sentimiento que, imposiblemente, cabe en su alma."


"Hola
Me siento feliz que me estés dando cabida en tu vida. ¿Cómo te sientes?"

Qué imbécil. Qué perdido. Si me encuentra aquí no sé cómo explicar todos estos papeles tachados y arrugados. Quiero que sepa que pienso en ella, pero no quiero asustarla... quiero romper el hielo, que podamos seguir hablando; quiero prolongar esta sensación, esta dicha... quiero conocerla, y que me conozca. ¡Rayos! ¡No hay tiempo para estar dudando tanto! Tengo que terminar y recoger todo este reguero.


"Hola
Me siento feliz que me estés dando cabida en tu vida. ¿Cómo te sientes?"


"Hola,

Dime a ver... ¿Cómo te amanece?
-J"

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